miércoles, 3 de octubre de 2012

Interraileando, día 2. Hamburgo.

Hoy me toca escribiros desde el tren en el que llevo ya unas cuantas horas, paso por la bodega de un barco incluído, y que me está llevando de hamburgo a Copenhague. La verdad es que me ha gustado mucho Hamburgo pese a no haber parado mucho tiempo, y me ha dejado con ganas de conocerlo más.

Ayer el tren llegó bien, todo en hora, y para felicidad mía y de mi pobre espalda, el hostel estaba justo al ladito de la estación, solo había que cruzar la calle, así que me ahorré tener que cargar demasiado peso. Me tocó una habitación de 8, bastante amplia, en la que dejé las cosas para disponerme a visitar la ciudad (tras sentirme una bruja por rechazar los intentos de un chico que conocí en el ascensor de ir a tomar algo... el pobre debe de seguir llamando al número falso que le di). Lo primero que hice fue dar un paseo por el centro, y como os he dicho, me gustó mucho. El edificio del ayuntamiento es simplemente impresionante, y todo lo que es la orilla del Binnenalster (el lago pequeñito de Hamburgo) estaba bastante animada, con tiendas, puestos de comida...





A medida que fue oscureciendo, decidí acercarme a visitar el barrio de St Pauli, sin muchas esperanzas de encontrar gran cosa al ser martes de noche, pero lo cierto es que había bastante gente, y ya os contaré más en la entrada sobre Hamburgo, pero un lugar muy curioso y animado. Además, pude llevar a cabo una de mis principales pretensiones del viaje, que era comer una hamburguesa en Hamburgo!!! (ja-ja-ja). La cerveza que la acompañó, por cierto, super rica. Y nada, por allí anduve de paseo, haciendo un poco el tonto por las tiendas horterisimas y llevando a cabo uno de mis nuevos pasatiempos favoritos: entablar amistad con alemanes. No me preguntéis por qué, pero muchísima gente me habla por la calle(y en los trenes, y en las tiendas, y en todas partes)!! Y dado que yo no les entiendo ni media palabra, me estoy aficionando a asentir y sonreir entusiastamente para ver cuánto tardan en darse cuenta de que no les puedo seguir la conversación... Estoy un poco sorprendida por la capacidad de la gente de hablar a desconocidos sin que les contesten !!





A eso de las 9 empezaba a estar cansada, así que me volví al hostel en metro (metro en el que por cierto no tienes que meter el billete en ningún sitio, ni me lo pidieron ni nada, lo cual hace que sea frustrante pagar), mi habitación estaba tranquila, solo una chica durmiendo, así que aproveché para estar un rato con el ordenador, leer un poco, y caer dormida como un tronco... hasta que a las 6 de la mañana me despierto porque mi litera se estaba moviendo como si hubiese un terremoto...yo completamente desconcertada en plan "ahhhhh dónde estoyyyy voy a moriiiiir", pero resulta que solo era el chico de la litera de abajo, que se ve que había triunfado y se lo estaba pasando en grande con su conquista. Afortunadamente, después de darles unos cuantos golpes en la cama, decidieron sosegar el ritmo y dejarme dormir de nuevo...



Aún así esta mañana he madrugado, y tras casi media hora de cola en la puerta del baño para acceder al único y preciado secador del pelo de toda la planta, me fui a visitar el jardín Planten un Blomen, y el museo Kusthalle. Eso, un minipaseo por el centro, y nada más, porque había que recoger el equipaje e ir a la estación a coger el tren. La verdad es que el viaje está siendo entretenido, por eso de que a la mitad, para cruzar a Dinamarca, el tren se metió en un barco y estuvimos 45 minutos de travesía, que además hemos podido hacer en cubierta porque la temperatura acompaña... Divertida experiencia !!

Ya os contaré como me va por Copenhague....

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