viernes, 5 de octubre de 2012

Interraileando, días 3 y 4 : Copenhague.

Buenas a todos!!

Hoy teclao desde el tren Hamburgo-Berlín, tras haber pasado unas cuantas horitas de viaje ya entre Berlin y Copenhague. Me quedan un par de horas de tren, y luego a descubrir la capital alemana en la que pasaré dos noches.

Vengo completamente enamorada de Copenhague, de sus calles, bicicletas, canales y tejados verdes. Y de su lluvia. De esa lluvia que lleva cayéndome dos días por encima y que ha tenido un efecto sorprendentemente alegre sobre mi.



El día que llegué, después del viaje desde Hamburgo, estaba un poco muy mareada, cansada, y sin ganas de mirar nada, pero me obligué a salir a la calle a descubrir un poco qué había ahí fuera... (Y a por comida, para qué engañarnos. De no haber necesitado comida me habría quedado dormida nada más tocar la cama). Llovía bastante, pero con lo atontada que estaba me vino hasta bien, y decidí simplemente vagar sin mucho rumbo, olvidándome del mapa y de todo, que es a veces la mejor manera de dejarte atrapar por una ciudad... Y me atrapó, porque estuve unas cuantas horas de paseo felizmente.

Ya de vuelta en el hostel, poco que contar. Cena rápida con lo que había comprado, subir a la habitación que estaba tranquilita, un poco de ordenador... y dejarme atrapar con las sábanas. Todo muy bonito hasta que de repente llega una familia (madre, padre e hijo de mi edad o así) bastante tarde a ocupar camas y montar jaleo. Jaleo que se fue prolongando hora tras hora tras hora entre que no paraban de hablar, que les sonaba el movil, que encendian luces... vamos, que no durmieron ni una hora en toda la noche, podían haberse ahorrado el dinero del hostel. Cuando por fin de fueron, a eso de las 7 y tras montar mucho más jaleo al respecto, conseguí conciliar un poco de sueño, y me permití remolonear mucho mucho mucho en la cama mientras me lamentaba con mis compañeros de habitación de la mala noche...

Tocaba salir a descubrir Copenhague pese a que se me iban cerrando los ojos a cada paso... La mañana estaba bastante fea, pero al menos no llovía, y tampoco hizo en ningún momento demasiado frío. Me costó un poco salir de la zona de tiendas para dirigirme hacia los lugares más turísticos... ¡¡Pero es que la calle de tiendas es infinita!! Y para nada cara, pero bueno, ya sabéis, mi maleta... Después de eso me encaminé hacia los lugares que "me tocaba visitar", y la verdad es que pese al tiempo feo que hacía es una ciudad preciosa!! Anduve anduve anduve por los malditos adoquines hasta el infinito y más allá, también llamado estatua de La Sirenita, hasta que estaba ya tan cansada y me dolían tanto los pies que me encaminé hacia el hotel en un barco-bus para cambiarme y descansar un poco.

Quería haber seguido viendo cosas por la tarde, pero en cuanto salí del hotel se puso a llover, y mucho. Me dediqué a pasear hasta que mi estado de mojadez era insostenible, y me dirigí a un museo a refugiarme... Gran decisión, por cierto porque me encantó, y para cuando salí (a las 17:00, una hora ideal para cerrar un museo) ya no llovía. Me volví ávidamente hacia la zona de compras, con ganas de gastar mis últimas coronas (¡¡Qué iba a hacer con ellas si no !!) y por el camino me comí una creppe de chocolate recién hecha que fue de lo mejorcito del día.


Sobra decir que para entonces estaba en estado de agotamiento profundo, así que aunque quería haberme acercado al barrio de Christiania me volví al hostel a preparar las cosas para hoy y tratar de dormir de una maldita vez. Al final estuve un buen rato entretenida entre la tensión sexual con mi compañero de habitación,  un intento de incendiar la cocina con unas polacas, y un danés con cara de vikingo intentando enseñarme a pronunciar su sencillísimo idioma... Pero a eso de las 11 me metí en la cama....y por primera vez DORMÍ TODA LA NOCHE DEL TIRÓN. Mucho amor para mis compañeros de habitación de hoy.


Mañana un poco histérica ya a solas con el chico de la tensión sexual (que me miraba felizmente sentado en la cama sin camiseta mientras yo corría por toda la habitación intentando cerrar la maldita mochila), seguida por una agitada entrevista de trabajo por Skype con la horrible conexión del hotel mientras un montón de gente pasaba alrededor... (al final no salió tan mal, adivinad quién se va a vivir a París en menos de un mes) y entre unas cosas y otras, salida del hotel, minipaseo por el centro... Y aquí me tenéis escribiendo esto en un vagón lleno de niños que gritan, con ganas de llegar a Berlín d euna vez.

Ya os contaré qué tal el finde por allí... :)





1 comentario:

  1. entonces al de la tension sexual te lo follaste? te saltas la mejor parte...

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